El efecto Michelin

Llegar en Noviembre al Sudeste Asiático es llegar al principio de la temporada alta. La gente llega por que los meses de lluvia y calor intenso han acabado… relativamente.

Y digo relativamente por que las temperaturas todavía pueden llegar a los 34 grados con sensación de 38.

En el Palacio Real escuchamos a un guía que decía que las temperaturas en verano pueden llegar hasta los cincuenta y tantos.

Y si en Noviembre vimos a unos paramédicos llevarse a una señora en camilla por los efectos del calor, sugiero encarecidamente no venir en verano.

Por las noches, el clima es placentero: 24-25 grados, lo cual hace de las terrazas el rincón perfecto para ver pasar el tiempo.

Y es así como dimos con la terraza del Guay Tiew Khua Gai Suanmali, un restaurante Tailandés muy local incluido en la Guía Michelin.

Su diseño es muy básico: sillas y manteles de plástico, 10 mesas (a lo mucho), los menús en cartón reciclado. Eso si, hay que esperar afuera en una cola compuesta mayoritariamente de extranjeros y uno que otro local.

El platillo estrella del restaurante son los noodles con pollo frito y una clara de huevo, así que pedimos dos porciones y dos botellas de agua.

Al principio estábamos un poco incrédulos (¿cómo puede algo frito ser tan celebrado por su sabor?), pero en cuanto lo probamos entendimos la razón.

La textura es delicada y de alguna forma no tiene mucho aceite, el pollo tiene un sabor suave y su mezcla con el huevo le da un sabor único.

Cuando te lo sirven, te llevan una taza con caldo de pollo al limón que está buenísimo. El limón aquí tiene un sabor diferente, más fuerte y tropical de alguna forma.

Curiosos de probar más, pedimos otras dos porciones de noodles de arroz cocidos con caldo pollo.

La forma en la que hacen los noodles aquí es diferente a la que había probado antes en Europa. Aquí los noodles se estiran y son tan blandos que al principio pensé que eran queso derretido.

Felices y satisfechos, pedimos la cuenta que fueron 240 bahts tailandeses, es decir alrededor de 6,50 euros.

Me gusta el hecho de que, a pesar de su mercantilización por el efecto Michelin, este restaurante mantenga su esencia original y precios bajos.

Barriga llena, corazón contento.

Respuesta

  1. yumm, me dio hambre 😜

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