El Templo de Doi Suthep

El karma es una de las ideas centrales del Budismo y uno de los pilares de la cultura Tailandesa. Todas las acciones tienen consecuencias, y esas acciones determinan lo que pasa en el presente y en el futuro.

Para crear buen karma, una gran mayoría de Tailandeses hace un retiro espiritual alguna vez en su vida, viviendo como monje en un templo alejado del materialismo y comfort.

Si quieren llegar a la cima espiritual, las personas deben de superar obstáculos y desafíos.

Y fue con esa idea que hace cientos de años los monjes crearon el sendero hacia el Templo de Doi Suthep.

Begüm y yo nos despertamos temprano ese día, teníamos que desayunar porque necesitaríamos energía. Llevábamos ropa apropiada para entrar a los templos (pantalón largo y camiseta con mangas) y una botella de agua.

La mayoría de nuestros amigos tienen una motocicleta, que es lo que se usa comúnmente aquí.

Sin embargo, ninguno de nosotros dos sabe conducir ni coche ni moto (tenemos pendiente aprender esta habilidad) así que pedimos un Bolt -similar a Uber- y llegamos al pie de la montaña que rodea la ciudad.

Ahí nos esperaban nuestros amigos Elliot, Hakima y Justyna.

El sendero es reconocible fácilmente porque los arboles tienen atadas una especie de banderas budistas de colores. Así que empezamos a subir.

La primera parte del camino fue fácil, 45 minutos hacia arriba sin mucha inclinación. La vegetación muy verde con pequeñas cascadas a lo largo del trayecto.

A mitad del camino, llegamos a lo que se conoce como el ‘monte del Mindfulness’ (Mindfulness Hill en inglés). Ahí te encuentras con una cascada petrificada, en donde varias personas meditaban con una vista hacia la ciudad.

La meditación es parte esencial del Budismo, y uno de los objetivos principales es que las personas aprendan a gestionar su sufrimiento.

Después de pasar el monte, encontramos el templo Wat Pha La.

El templo se encuentra en medio del bosque, primero subes unas escaleras que tienen un pasamanos en forma de dragón. Al subir te topas inmediatamente con un pequeño templo abandonado junto a un estanque. Al otro lado puedes ver a aldeanos cocinar y vender artesanías hechas a mano.

Seguimos hacia la segunda parte del camino, esta vez con un camino mucho mas inclinado.

Y es aquí cuando notas el desafío del que hablaban los monjes, ya que para alcanzar el templo hay que subir 306 escalones.

Doi Suthep es uno de los templos mas sagrados en el Budismo Tailandés.

La leyenda dice que hace muchos años un joven encontró un hueso que pertenecía a Buda, y hoy en día ese hueso está resguardado en este templo.

Las vistas desde lo alto son espectaculares y llenas de paz. Los pasillos de color blanco y dorado dentro del templo y los cánticos de los monjes hacen que este sea uno de los sitios mas especiales en los que hemos estado en Tailandia.

Y si bien dicen que el karma hace que todas las acciones tengan consecuencias, creo que por hoy nuestro karma tiene una balanza a nuestro favor.

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