El viaje a Singapur

Después de Ipoh, nuestra estancia en la capital de Malasia -Kuala Lumpur- no duró mucho.

Estábamos un poco cansados, así que decidimos usar nuestros dos días en la ciudad para descansar.

De lo que pudimos ver, nos impresionó lo moderna y limpia que es, con muchos rascacielos y un ambiente internacional y cosmopolita.

El miércoles a las 8am salimos de la ciudad en nuestro autobús que nos llevaría a Singapur.

Después de un viaje de casi 5 horas en un autobús muy cómodo en donde nos dieron de comer y beber, llegamos a la frontera.

Teníamos miedo por que habíamos leído que en hora pico puedes tardar para cruzar mucho tiempo y que incluso algunos autobuses te dejan si te tardas mucho en el control.

Afortunadamente llegamos a las 2pm que es hora de baja afluencia en la frontera.

Pasamos el puesto de control Malayo, y después llegamos al puesto de control Singapurense.

Los puestos de control en las fronteras habían sido muy rudimentarios hasta ahora, incluyendo Tailandia, Vietnam, Camboya y Malasia.

En Singapur, las cosas cambiaron: el edificio era muy moderno, con aire acondicionado y ventiladores gigantes para que las personas estén frescas. Todo con mucha seguridad.

Nos bajamos del autobús y pasamos un puesto de control automatizado en donde solo tienes que escanear tu pasaporte.

Continuamos nuestro ultimo tramo en el autobús hacia la última parada en Singapur, y algo que noté inmediatamente es que todos los coches empiezan a conducir muy despacio cuando cruzan a Singapur.

Es increíble la diferencia en el comportamiento de los conductores, para nuestro alivio.

Llegamos a nuestra parada y decidimos comer en el centro comercial que había ahí mismo.

En el área para comida, lo siguiente que nos llamó la atención es que la gente deja sus bolsos y teléfonos en la mesa para reservar sus sitios mientras va por su comida. Nadie se lleva nada que no sea suyo.

Llegamos a nuestro hotel y nos dieron la grata noticia de que en Singapur el agua del grifo se puede beber.

Después de 6 meses de tener cuidado cuando nos duchamos o nos lavamos la cara, esto fue algo sensacional.

Salimos a caminar, y nos encontramos con una ciudad-Estado increíble.

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